En este breve artículo destacaremos muchos de los beneficios que tiene la Educación Ambiental en la naturaleza para los niños y jóvenes.

En una sociedad en la que las tecnologías están tan presentes en la vida de los niños y jóvenes, no debemos olvidar la importancia que tiene el contacto con la naturaleza en su desarrollo y educación. Un entorno seguro en plena naturaleza supone un espacio de recreo, diversión, y juego para los niños junto con otros niños. Les invita a jugar, convivir, correr o investigar el mundo, olvidando de forma natural el uso de tecnologías que, por el contrario, se están apropiando de manera muy invasiva del tiempo de nuestros niños, y fomentan el sedentarismo y el entretenimiento individual.

Además, la Educación Ambiental, en la que se desarrollan talleres diversos para conocer la naturaleza, es una educación en valores. Se apoya en los valores de respeto, convivencia, cuidado y sostenibilidad hacia el medioambiente, tan importantes para cuidar nuestro planeta y hacer de él un lugar agradable en el que vivir. Conocer cómo funcionan los ríos, las montañas y los ecosistemas, y cómo el ser humano puede convivir en estos medios de una manera sostenible, es parte imprescindible en el desarrollo de los adultos del mañana.

La práctica de deporte en la naturaleza es otro beneficio que ofrece pasar unos días en un medio rural aprendiendo medio ambiente. Los niños y jóvenes descubren el placer de practicar deportes como “running”, el senderismo o la bicicleta en un ambiente limpio, incorporando todos los aspectos positivos que aporta el deporte en el desarrollo educativo de los más pequeños.

Estos son algunos de los múltiples beneficios que la educación ambiental aporta a los niños. En el Molino de Butrera llevamos más de 15 años realizando Programas de Educación Medioambiental, y cada año estamos más convencidos del papel fundamental que aportamos con nuestro granito de arena a la educación de todos los niños que pasan por nuestras instalaciones año tras año.